En la esencia de cada vino de calidad hay una historia de paciencia y transformación, un relato que narra la danza delicada entre el tiempo y la madera. En Bodega Sabela Fernández, esta danza es dirigida por nuestro enólogo, cuyas manos expertas guían el envejecimiento de nuestros vinos y licores, permitiendo que el carácter y la complejidad se desarrollen en armonía con la naturaleza.
La Selección de la Madera
El envejecimiento en barricas es un proceso ancestral que ha sido perfeccionado a lo largo de los siglos. No todas las maderas son iguales, y en Bodega Sabela Fernández, la selección del tipo de barril es un proceso tan crítico como la elección de la uva misma. Tradicionalmente, el roble es el protagonista en este proceso, con el roble francés y americano a la cabeza por su capacidad de aportar sabores y texturas sutiles y distintivas.
Nuestro enólogo insiste en que cada barril debe ser escogido no solo por su calidad sino también por su capacidad de complementar y realzar las notas de cada vino. El grano del roble, su origen, el tostado del interior de la barrica, todo contribuye a la complejidad final del producto.
El Proceso de Envejecimiento
Una vez que el vino ha sido trasegado en las barricas seleccionadas, comienza su metamorfosis. Las moléculas del vino interactúan con el oxígeno y los compuestos de la madera, iniciando una sinfonía de cambios químicos. Los taninos se suavizan, los sabores se intensifican y el cuerpo del vino se redondea. Los licores, por su parte, adquieren una suavidad y una complejidad que solo el paso del tiempo puede otorgar.
En Bodega Sabela Fernández, el tiempo es un ingrediente más en la receta del enólogo. Nuestro enólogo monitorea cada barril meticulosamente, probando y ajustando el proceso para garantizar que cada botella alcance su máximo potencial.
La Influencia del Clima
Las bodegas de Sabela Fernández están situadas en entornos donde el clima juega un papel crucial. Las fluctuaciones de temperatura y humedad a lo largo del año impulsan la respiración del vino a través de los poros de la madera, lo que afecta directamente al carácter del envejecimiento. En este entorno controlado, el vino madura, desarrollando su bouquet y evolucionando hacia su expresión final.
La Ciencia y el Arte
El envejecimiento es tanto una ciencia como un arte, y en Bodega Sabela Fernández, se equilibra meticulosamente la técnica con la intuición. La tecnología moderna ayuda a monitorear las condiciones de envejecimiento, pero es la experiencia sensorial y la sabiduría de nuestro enólogo la que decide cuándo el vino está listo para pasar de la barrica a la botella.
Conclusión
El vino es una entidad viva, y su envejecimiento en barrica es una etapa crítica en su evolución. En Bodega Sabela Fernández, este proceso es abordado con el máximo respeto y cuidado, asegurando que cada vino y licor refleje la pasión y la tradición que nos define. El resultado es una gama de productos que no solo capturan el sabor del terroir gallego sino que también cuentan la historia de su tiempo en la madera, una historia que estamos orgullosos de compartir con cada sorbo.
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